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Flujo de caja: un elemento clave para las empresas

Flujo de caja: un elemento clave para las empresas

El flujo de caja es el resultado de todas las salidas y entradas netas de dinero de una empresa en un periodo determinado. En la caja, el tiempo es clave en el análisis del flujo, puesto que este variará con el tiempo y siempre hay que tener en cuenta cuando se analiza, periodo y gasto. 

El flujo de caja proporciona información valiosa acerca de la capacidad de pago de una empresa para poder hacer frente a sus deudas y nos da indicadores significativos de la salud financiera de una empresa. Es importante remarcar que el flujo de caja no mide los beneficios o pérdidas de una empresa sino el “saldo resultante” de su actividad, independientemente de si genera ganancias o pérdidas. 

Tipos de flujo de caja:

Existen tres categorías del flujo de caja: 

Operativo (FCO): en este se reflejan todas las entradas y salidas de dinero en la empresa. Se incluyen los ingresos por ventas y los gastos producidos por los gastos efectuados a proveedores. 

De Inversión (FCF): responde a las inversiones afectadas por la empresa en un periodo de tiempo determinado. Refleja los ingresos y gastos derivados de inversiones, por ejemplo: cobros por activos no corrientes y los gastos de estos.  

Financiero (FCF): se reflejan los ingresos derivados de la emisión de acciones o deuda y los gastos que se han producido por el concepto de pago de dividendos a los accionistas durante un periodo de tiempo. 

Formas de cálculo:

Existen 5 formas válidas de cálculo para el flujo de caja, cada una representa ciertas ventajas e inconvenientes.  

Cash Flow (CF): 

Es el flujo de efectivo que se generaría en un ejercicio si se cobraran todos los ingresos y se pagaran todos los gastos. El CF últimamente está en desuso, debido a que es muy teórico, y no discrimina el origen de los fondos ni considera aplazamientos de cobros y pagos. Su mayor limitación es que no considera el tiempo que se tarda en hacer efectiva la liquidez. 

EBITDA

Es el flujo de efectivo que se generaría en un ejercicio si se cobraran todos los ingresos y se pagaran todos los gastos relacionados con la actividad de la empresa.  

A diferencia del Cash Flow, elimina los resultados financieros y algunos extraordinarios. A pesar de que tampoco considera el tiempo que se tarda en hacer efectiva la liquidez, es el más usado en el análisis de ratios de cobertura. Para el óptimo uso del EBITDA, es importante analizar su evolución durante los años y porcentaje sobre ventas. 

EBITDAR: 

Cuando una empresa hace una reestructuración, el EBITDAR refleja mejor la capacidad de generación de recursos de la actividad, ya que considera estos gastos como excepcionales.  

Cash Flow Operativo (CFO)

Tiene en cuenta el flujo de cobros y pagos. Por tanto, es la tesorería que ha generado o consumido la empresa con su actividad. No se suele usar para valorar la capacidad de pago de una empresa, puesto que fluctúa mucho. Si la empresa audita, se ve en el Estado de Flujos de Efectivo (Explotación). Como norma general, si una empresa incrementa ventas, es habitual que el CFO sea negativo; y viceversa. 

Cash Flow Libre (CFL)

Es la tesorería que ha generado o consumido la empresa durante un año sin considerar las fuentes de financiación. La diferencia con el CFO es que incluye las variaciones en los activos no corrientes. También se puede obtener del Estado de Flujos de Efectivo. 

En De la Paz, Costemalle – DFK nuestros especialistas te brindarán una asesoría oportuna para que tu empresa cuente con un control del flujo de caja que permitirá estabilidad contable en la organización, y control sobre el manejo de flujo de efectivo. 1 

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